Un(a) niño(a) de tercera cultura (TCK / 3CK) o niño(a) trans-cultural es "una persona que, como menor de edad, pasó un período extenso viviendo entre una o mas culturas distintas a las suyas, así incorporando elementos de aquellas a su propia cultura de nacimiento, formando una tercera cultura."

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domingo, 18 de diciembre de 2011

Las Repercusiones


Aquí les comparto la última edición (5 de 5) de "El Verano Sangriento" por mi padre, David Bickford. Esta semana vemos las repercusiones para los canadienses y la gente del Perú con referencia a la operación Chavín de Huantar. Disfruten de la lectura:


La última tarea del Grupo de Garantes fue una conferencia de prensa el día después de la liberación de los rehenes. Los Garantes lamentaban el hecho de que una resolución pacífica no se había logrado. Todos mostraron entusiasmo al saber que la gran mayoría de los rehenes habían sobrevivido pero estaban decepcionados con la muerte de seres humanos, tanto el rehén asesinado como los militares que murieron y los 14 miembros del MRTA. Como Cipriani expresó: “A lo largo de la crisis de los rehenes, me sentí como el padre de una familia de 86: los 72 rehenes y los 14 miembros del MRTA... Mis lágrimas son aquellas de un padre con 86 hijos de los cuales 17 se fueron de un solo golpe.” En privado, Cipriani me comentó lo triste que estaba de no poder salvarles la vida a los terroristas adolescentes. Nos tomó a todos cierto tiempo superar el choque del asalto y darnos cuenta que el Grupo de Garantes era sólo parte del pasado. Era duro creer que ya había todo terminado.

La Embajada del Canadá bajo protección máxima

El tema de la muerte de los 14 terroristas seguía como tema controversial fuera del Perú. Algunas personas argumentaban que ciertos de los terroristas se habían entregado con las manos en alto, pero fueron recibidos con fusilamientos, que otros se escondieron entre los rehenes, fueron liberados pero matados en cuanto fueron descubiertos y otros pidieron clemencia sin recibir alguna. Varios oficiales anti-terroristas de Europa Occidental me habían dicho previamente que en tales operaciones, la prioridad principal es la seguridad de los rehenes. Si alguien se rinde, el protocolo dicta de llenarlo de plomo y continuar. Si debe uno parar para detener una persona, éste se acaba de desviar de su tarea primaria. Este procedimiento fue claramente adoptado por el grupo de fuerzas especiales peruano en el asalto. El hecho de que dos de sus operativos murieron y diez salieron seriamente lesionados, sugiere que la pelea no fue tan fácil.

Después de la operación de rescate, la prensa especuló que el Embajador Vincent, dado que fue el último integrante del Grupo de Garantes que entró a la residencia japonesa – y tan sólo unas dos horas antes del asalto – fue la persona que indicó que se haría el operativo ese mismo día. No podían estar más equivocados que eso. El gobierno no nos dio señal alguna que tal ataque iba a suceder. Más tarde, Fujimori le anunció a la prensa que el ataque hubiera seguido tal como planeado mismo si uno de los garantes estuviese dentro de la residencia – un comentario honesto pero no muy diplomático. Tony corrió con mucha suerte de no haber decidido quedarse más tiempo o llegar más tarde.

Sin embargo, los líderes del MRTA culpó al Grupo de Garantes por el fracaso de su propio operativo. Aparentemente, la gran estrategia si las negociaciones no avanzaban tal como planeado, era de ejecutar un rehén por semana para demostrar el grado de seriedad en cuanto a sus demandas ante el gobierno peruano. La presencia de los Garantes, particularmente Cipriani, hizo que los terroristas en la Embajada del Japón se sintieran incómodos para cumplir con sus órdenes del comando y los líderes consideraban que los Garantes estaban interfiriendo con el cumplimiento de los objetivos. Como resultado, la Embajada del Canadá y su personal permanecía en alerta por amenazas terroristas (amenazas abiertas de secuestro a su personal ejecutivo y/o coches bomba a la Embajada) a lo largo de varios años después de la crisis hasta que las células restantes del MRTA fueron eliminadas, asesinadas o encarceladas. Mi familia y yo, nos movíamos siempre con guardaespaldas de la policía peruana durante los siguientes dos años, nuestra casa vigilada por guardias armados las 24 horas del día quienes disfrutaban de jugar basquetbol con mis dos hijos a la hora de hacer relevo de turno y nuestra Embajada parecía un búnker resguardado por policías privados en el perímetro de la propiedad, barricadas, barreras de cemento y rejas/muros con alambre de púas, un grupo SWAT de la policía nacional peruana (incluyendo un camión de la unidad anti-bombas) en la calle en frente del edificio. No era la más cálida acogida para nuestros visitantes.

Brian, Madeleine, William y David Bickford en Lima, Perú

Muchos de los peruanos estaban emocionados con el resultado de ese operativo de rescate y reconocieron un tanto cuanto el papel de los Garantes – algo que Fujimori jamás hizo. Durante el tiempo que le quedaba a Tony en el Perú, muchos peruanos se le acercaban para saludarlo, tendiendo su mano para agradecerle sus esfuerzos. Un año más tarde, Francisco Tudela, quién había sido el ministro de relaciones exteriores del Perú en ese periodo y considerado por el MRTA como uno de los rehenes de alto valor, me dijo que, sin duda, el Grupo de Garantes logró salvar muchas vidas, incluyendo la suya. Desde ese punto de vista, creo que lo que hicimos fue bueno y era una buena época para ser canadiense en el Perú.

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